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Hace casi dos meses leí la noticia del robo en casa de Robb Flynn, guitarrista, cantante y motor de Machine Head. Aparte de dinero y joyas, los ladrones se llevaron la guitarra Ibanez con la que grabó «Burn My Eyes», un prototipo de Washburn Dimebolt que el propio Dimebag Darrell le había regalado y la guitarra de su hijo de seis años Zander. Según Flynn, el robo estaba planificado y todo el suceso ha dejado traumatizado a su hijo.

Otra persona que se quedó conmocionada fue Desmadre, uno de los miembros de los foros de la página de Machine Head:

Robb,

When I heard what happened to you and your family on the 7th of September I was disgusted… Then when I heard that they stole your son’s flying V, I was absolutely fuckin’ pissed.. To come home at such a young age and see the shit that happened is traumatizing… asking if the robbers would return at night to kill him… I didn’t know what to say, but I knew what I could do…

Organizó una colecta entre la gente del foro y con el dinero recogido compró dos guitarras, una para remplazar a la sustraída y otra para el hijo menor de Robb, Wyatt, de tres años. Aparte de emocionar al guitarrista y a su mujer, los fans desde luego le alegraron el día al chaval:

Lo dije hace años y hoy lo vuelvo a repetir: los jebis también tienen su corazoncito.