Hay días en los que te levantas y ves el careto cubierto de electródos de un nipón apunto de auto-electrocutarse al ritmo de una pequeña pieza de música electrónica y te preguntas si merece la pena siquiera buscarle sentido a ciertas cosas:
El personaje en cuestión es Daito Manabe y yo lo he conocido a través de MAKE.