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Seis años atrás dejaba un apunte sobre las fotografías NSFW de Jeremy Saffer de mujeres desnudas maquilladas con corpse paint, temática que ya por aquel entonces venía retratando durante una temporada. Ahora me topo con que parece que el hombre no solo continuó con esa actividad, sino que ha podido recopilar estos trabajos en un libro titulado Daughters of Darkness:

Daughters of Darkness es una colección de retratos artísticos de mujeres con corpse paint. Un guiño a las portadas del black metal y el doom, Daughters of Darkness ha sido fotografiado a lo largo de más de 10 años, con más de 400 modelos de todo el mundo, casi todas de las cuales se maquillaron ellas mismas y son aficionadas al black metal. Daughters of Darkness contiene [fotografías de] varias personas famosas, actrices, músicas y modelos (algunas amparándose en el anonimato que les brinda el maquillate), todas llevando únicamente corpse paint para este libro […]

Los que estén interesados disponen de cuatro lotes distintos, con precio de $60, $100, $150 y $666.

Edición normal de «Daughters of Darkness». Fuente: Rare Bird.
Edición sangrienta de «Daughters of Darkness». Fuente: Rare Bird.
Libro con funda de la edición extra-sangrienta de «Daughters of Darkness». Fuente: Rare Bird.
Libro con funda y caja de la edición deluxe de «Daughters of Darkness». Fuente: Rare Bird.

Al ver la portada de la mujer manchada de «sangre» lo primero que me ha venido a la cabeza es el vídeo de «Beauty Through Order» de Slayer [] con Esmé Bianco, y lo incómodo que tiene que ser ponerse, llevar puesto y quitarse esos potingues.

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Pues es hora de citar al autor original de la fotografía anterior, vista en Metal Injection sin atribución. Tampoco es que sea difícil, una búsqueda en Google revela de inmediato imágenes que parecen de la misma sesión de fotos, lo que lleva —con poco esfuerzo— a la referencia de la imagen original en la web del autor, Chris Walter.

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En esta ocasión llego, vía Boing Boing, a esta galería de fotos de Robert Götzfried en Behance titulada «PIPES»:

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Veo en Nautilus un experimento de cimática convertido en un proyecto artístico:

Las imágenes anteriores son fotografías de «Resonantia» de Jeff Louviere y Vanessa Brown:

Cada fotografía se realizó creando una frecuencia en un espectrógrafo caserorepresentado cada una de las 12 notas musicales. Las imagenes se imprimieron en papel de kozo. Se construyeron soportes a mano para sujetar el dibond [panel de aluminio compuesto] que fue imprimado y cubierto con pan de oro. [Cada] imagen se reposó sobre el oro y se recubrió con resina. Una vez seca, [cada] pieza se lijó en húmedo para eliminar todos los reflejos, y se le aplicó a mano un segundo pase de resina y pulido a partes específicas.

No es la primera vez que veo representaciones cimáticas de notas, aunque el resultado y la presentación en este caso son bastante bonitas.

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Observen la siguiente fotografía:

Si quieren —o lo necesitan— pueden pinchar sobre la misma para verla más grande.

¿Ya? Bien, prosigamos. Mi pregunta es, ¿qué es lo que les ha llamado la atención?

Gustos por la lencería y/o las mujeres (y/o la fotografía y otras disciplinas pertinentes) aparte, entiendo que la imagen cumple adecuadamente con la función de llamar la atención sobre la modelo y su indumentaria, al menos en la mayoría de los casos. Y no es muy difícil averiguar que está sacada del recopilatorio de Dentell.es de la colección otoño-invierno 2012-2013 de Les Joupons de Tess. También se puede fijar uno en la decoración del mueble, de nuevo independientemente de gustos.

Sin embargo, por alguna extraña razón yo me quedé preguntándome por este último detalle. Ya me pasó algo similar con el gramófono NSFW, aunque esta vez he tenido más éxito en mis pesquisas: el diseño parece pertenecer a una edición circa 1835 de la partitura de «Le Rêve, Fantaisie pour le Piano-Forte» de Friedrich Wilhelm Kalkbrenner, en la que el resto del texto leía Avec Accompagnement de Grand Orchestre & Musique Militaire ad libitum. Dédiée à Monsieur Charles Czerny. Op. 113. Piano seul. Paris, Aulagnier (Pl.Nr. 2851). En ISMLP se puede encontrar una primera edición de la partitura, algo que no hubiera conseguido de no conocer el proyecto de la Biblioteca de Música Petrucci.

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